¿Pueden la ira y el estrés provocar aumento de peso?

¿Alguna vez has tenido una discusión que te hizo sentir muy enojad@ y, automáticamente, te encontraste agarrando un paquete de galletitas o un pote de helado o una copa de vino?

¿Qué pasaría si te dijera que tus problemas de peso tienen mucho más que ver con tus sentimientos no procesados ​​(como la ira) ,que con los alimentos y el ejercicio?

Cuando surge la ira, algunas personas gritan o se vuelven violentas; otros se quedan callados y lo empujan hacia abajo, comen.

La comida también funciona como una distracción porque enmascara los sentimientos incómodos. Aunque este "beneficio" dura muy poco, ya que después de comer surgen otras emociones, como la culpa, la vergüenza y el odio a uno mismo.

El azúcar, especialmente, tiene un fuerte efecto sobre la producción de serotonina, que es un neurotransmisor que se produce en el cerebro. Cuando se libera serotonina en el cerebro, nos sentimos felices. La producción de serotonina es también sobre lo que actúan la mayoría de los medicamentos para la ansiedad y la depresión. Entonces, comer emocionalmente puede ser realmente una especie de automedicación.

Este tipo de comportamiento, comer como un intento de reprimir sentimientos no deseados, no es una actividad agradable y es posible que ni siquiera notes el sabor de lo que te llevas a la boca. En consecuencia, creará una mayor respuesta al estrés, afectando la digestión, la absorción de nutrientes y la capacidad de quemar calorías.

La verdad es que la ira es una emoción natural que todo el mundo experimenta y no tiene nada de malo.

Aunque vivamos la ira como algo negativo no deja de ser una emoción, y como toda emoción, es necesaria y adaptativa.

El daño viene cuando no eres capaz de expresarlo de manera constructiva y apegarte a ello y a la historia que lo ha creado. Esto hace que sea muy difícil dejarlo ir.

La ira reprimida y almacenada es muy dañina para el cuerpo, ya que lo somete a una cantidad increíble de estrés. ¡Esto se debe a que la ira, como cualquier otra emoción, necesita fluir!

Sospechas que comes a menudo porque estás enojado o frustrado, ¿qué puedes hacer al respecto?

El primer paso para utilizar bien la ira es evaluar cómo la maneja ahora. Después de todo, todos podríamos beneficiarnos si comprendiéramos y manejáramos mejor nuestra ira. Pero eso requiere un poco de introspección y práctica. A continuación se presentan sugerencias que pueden ayudarte a comenzar.

• Cuando notes que surge la ira, ¡recuerda que tienes una opción! Puedes detenerte y salir del lugar donde estás; Incluso puedes hacerlo cortésmente y disculparte para ir al baño.Una vez que estés en un espacio seguro, dirige tu atención a tu cuerpo, ya sea tu respiración, tus pies o incluso tu abdomen. Deja la historia en tu mente a un lado por un momento. ¡Esto es muy importante ya que la historia que te cuentas a ti mismo te hace aferrarte al sentimiento e impide que fluya! Ahora deja que el cuerpo te guíe hacia el movimiento que necesitas para hacer fluir esa ira. Es posible que sienta la necesidad de salir a caminar o correr, hacer algo de yoga, bailar o sacudirlo. Todo lo que tu cuerpo te sugiera será bueno.

• Cuando te sientas mejor, si todavía sientes la necesidad de desahogarte de lo sucedido, puedes llamar a un amigo y hablar de ello. Hablar de todo el asunto ayuda al movimiento de la ira en el cuerpo y también te ayudará a tener cierta perspectiva.

• Otra opción es escribir sobre tu enojo. Te ayuda a reconocerlo y comenzar a comprenderlo, dice James W. Pennebaker, Ph.D., profesor de psicología de la Universidad de Texas. "Pregúntate por escrito qué te hace enojar en una determinada situación o hacia una determinada persona. Ese proceso ayuda a socavar el enojo tanto psicológica como fisiológicamente.

• Otras formas de afrontar los sentimientos de ira incluyen técnicas de relajación y atención plena, como el yoga y la meditación, y técnicas terapéuticas positivas, como la práctica del perdón y la gratitud, que pueden ayudarle a liberarse de experiencias dolorosas o negativas.

La ira es un sentimiento normal. Expresarlo de manera saludable es una parte importante de la vida. La próxima vez que te enojes, prueba una de estas sugerencias y mira si puedes dejar ir el enojo más rápido y no involucrarte en patrones destructivos.